

La OIV celebró la creación de un consorcio entre Viña Concha y Toro (Chile), Moët Hennessy (Francia), Sogrape (Portugal), Familia Torres (España) y Yalumba Family Winemakers (Australia) con el fin de contribuir a promover y apoyar la tarea de divulgación técnica y científica de la Organización.

Un italiano ha sido elegido como el nuevo presidente de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, con mandato durante los próximos tres años, como sucesor de la brasileña Regina Vanderlinde.
Luigi Moio es profesor de Enología de la Universidad de Nápoles y director del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino de la misma universidad.
Durante más de 25 años dedicó su labor a los aspectos sensoriales, bioquímicos y tecnológicos del aroma del vino. Es autor de aproximadamente 250 publicaciones científicas con un índice H de 41 en Google Scholar, 32 en Scopus y 32 en WOS, y ha sido citado más de 4800 veces en Google Scholar, 2800 veces en Scopus y 2900 en WOS.

Desde 1998, se desempeña como experto científico del Ministerio de Políticas Agrícolas de Italia. Desde el 2009 hasta el 2014, fue presidente del Grupo de expertos “Tecnología” de la OIV, y desde el 2015 hasta el 2018 presidió la Comisión “Enología” de la Organización. También se desempeñó como segundo vicepresidente de la OIV.
Asimismo, fue miembro de la Accademia dei Georgofili y de la Academia Italiana de la Vid y el Vino. Autor de libros y artículos sobre los aspectos científicos de la enología, a menudo es entrevistado como referente del sector vitivinícola en los medios nacionales italianos.
En 2016, publicó el libro Il Respiro del Vino para la editorial Mondadori, un ensayo científico sobre el aroma del vino que ganó numerosos premios. Esta obra se encuentra en su décima edición, con alrededor de 30 000 copias vendidas en Italia. En 2020 se publicó en Francia en idioma francés, bajo el título: Le souffle du vin, a través de la editorial Éditions France Agricole.
En 2001 fundó la bodega Quintodecimo, donde produce vinos de calidad superior con las denominaciones más prestigiosas de la región italiana de Campania.
En el marco de esta Asamblea General, también fueron elegidos los presidentes de los órganos científicos de la Organización:
Comisión I “Viticultura”
Ahmet Altindisli (Turquía) sucede a Vittorino Novello (Italia)
Comisión II “Enología”
Fernando Zamora (España) sucede a Dominique Tusseau (Francia)
Comisión III “Economía y Derecho”
Yvette van der Merwe (Sudáfrica) sucede a Dimitar Andreevski (Bulgaria)
Comisión IV “Seguridad y Salud”
Pierre-Louis Teissedre (Francia) sucede a Gheorghe Arpentin (Moldavia)
Subcomisión “Métodos de Análisis”
Manuel Humberto Manzano (Argentina) sucede a Markus Herderich (Australia)
Subcomisión “Uvas de mesa, Pasas y Productos no Fermentados de la Vid”
Luís Peres de Sousa (Portugal) sucede a Alejandro Marianetti (Argentina)

Un nuevo mandato presidencial de tres años
En esta Asamblea General, hubo dos puntos que generaron gran expectativa. En primer lugar, la elección para la presidencia de la OIV, en la que resultó ganador Luigi Moio. El nuevo presidente, quien asume ahora un mandato de tres años, sucede en el puesto a Regina Vanderlinde. El Comité Científico y Técnico también fue renovado, con la elección de nuevos presidentes para sus órganos constitutivos.
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Durante la última Asamblea General, la OIV aprobó por consenso la actualización de las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen (OIV-ECO 656-2021). El Grupo de expertos “Derecho e Información al Consumidor” (DROCON) de la Comisión III “Economía y Derecho” de la OIV se encontraba trabajando desde hacía varios años en esta resolución, con el fin de alinear las definiciones a las presentes hoy en los principales acuerdos internacionales sobre la propiedad intelectual.*
Esta resolución continúa la obra de la OIV, que aprobó en 1947 la primera definición internacional de la denominación. En 1992, la OIV había aprobado la definición de indicación geográfica reconocida y había actualizado la de denominación de origen reconocida (OIV-ECO 2/92). Mediante el nuevo texto de 2021, se deroga la resolución de 1992 que había quedado obsoleta, dando lugar a dos nuevas definiciones en línea con las definiciones internacionales de la OMPI y de la OMC.

Un mayor interés por las denominaciones geográficas como patrimonio
Estas nuevas definiciones tienen en cuenta la importancia cada vez mayor del empleo de las denominaciones geográficas, elementos del patrimonio nacional, en la designación de los vinos y las bebidas espirituosas de origen vitivinícola, como también el derecho de los Estados miembros a proteger estas denominaciones de conformidad con los acuerdos internacionales. La OIV también quiso recordar que las indicaciones de procedencia o denominaciones de origen son objetos de la propiedad industrial y tienen derecho a la misma protección internacional, en especial en lo relativo a las normas en materia de competencia desleal.

La OIV ha siempre desempeñado un papel impulsor en la definición, la promoción y la protección de los conceptos de denominación de origen e indicación geográfica. Entre sus definiciones de 1992 y 2021, que enmarcan las de la OMC de 1994 y de la OMPI de 2015, la OIV tiene en cuenta las evoluciones de la utilización de las marcas de origen en un sector vitivinícola pionero en este ámbito de la propiedad intelectual.
Las nuevas definiciones
Ahora, una indicación geográfica se define así:
Toda denominación protegida por las autoridades competentes del país de origen, que identifique un vino o bebida espirituosa como originario de una zona geográfica concreta, cuando determinada calidad, reputación u otra característica determinada del vino o de la bebida espirituosa sea imputable fundamentalmente a su origen geográfico.
Por su parte, la denominación de origen, para los Estados miembros que reconocen este concepto, se define así:
Toda denominación reconocida y protegida por las autoridades competentes del país de origen que consista en el nombre de una zona geográfica o que contenga dicho nombre, u otra denominación conocida por hacer referencia a dicha zona, que sirva para designar un vino o una bebida espirituosa como originario/a de dicha zona geográfica, cuando la calidad o las características de dicho vino o bebida espirituosa se deban exclusiva o esencialmente al medio geográfico, comprendidos los factores naturales y humanos, y que haya dado al vino o la bebida espirituosa su reputación.
* Por una parte, para la IG, el acuerdo sobre los ADPIC de 1994, en su artículo 22; y, por otra parte, para la DO, el Acta de Ginebra de 2015 del Arreglo de Lisboa, en su artículo 2.1, incisos i) y ii). Las definiciones de indicación geográfica y denominación de origen actualizadas nuevamente por la OIV incluyen ahora las nociones de reputación y protección por parte de las autoridades competentes de los países.

Los científicos advierten que la acción humana está cambiando el clima de manera irreversible en el Sexto Informe de Evaluación presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC).
Las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes e intensas desde 1950, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Este documento, elaborado por un grupo de científicos cuyas conclusiones están respaldadas por los Gobiernos de los diferentes países del mundo, también constató que el último quinquenio ha sido el más caluroso registrado desde 1850.
En los últimos años, observamos cómo el cambio climático ha sido un factor clave en el aumento del riesgo y el alcance de los incendios. Los viñedos no escaparon, ni habrían podido escapar, de esta catástrofe. Países como Australia, EE. UU, Portugal, Italia o Grecia enfrentaron o están enfrentando este problema, que repercute en el vino de muchas maneras.
Los incendios afectan la sostenibilidad medioambiental, con consecuencias en el terroir y modificando el aroma y el sabor del vino.
La alta incidencia de los incendios es un resultado directo del calentamiento de la atmósfera debido a las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de actividades humanas. Este calentamiento causa sequías y fuertes vientos que propagan las llamas rápidamente y dificultan su extinción. Además, las altas temperaturas provocadas por el fuego también pueden destruir y secar las uvas hasta el punto de dejarlas inutilizables.
Hacer frente al cambio climático con medidas de mitigación y adaptación es el primer punto del Eje I del Plan Estratégico de la Organización: “Fomentar una vitivinicultura respetuosa con el medio ambiente”. Consulte el Plan Estratégico de la OIV
Para profundizar en este tema, le invitamos a consultar el siguiente artículo científico, disponible en acceso abierto (en inglés): “Techniques for Mitigating the Effects of Smoke Taint While Maintaining Quality in Wine Production: A Review” [Técnicas para mitigar los efectos de los contaminantes procedentes del humo manteniendo la calidad en la producción de vino: una revisión].
Las conclusiones del Sexto Informe de Evaluación del IPCC se pueden consultar en línea a través del Atlas interactivo del WGI del IPCC.
