
Con 282 millones de hectolitros (Mill. hL), la producción vitivinícola de 2018 es una de las más altas desde el año 2000.
- En Europa: Italia (48,5 Mill. hL), Francia (46,4 Mill. hL) y España (40,9 Mill. hL) registran niveles de producción muy elevados. Alemania (9,8 Mill. hL), Rumanía (5,2 Mill. hL), Hungría (3,4 Mill. hL) y Austria (3,0 Mill. hL) prevén también cosechas que superan su media quinquenal. Portugal (5,3 Mill. hL) y Grecia (2,2 Mill. hL) son los únicos países cuya producción disminuye con respecto a 2017.
- Desde hace tres años, el nivel de producción de Estados Unidos (23,9 Mill. hL) es estable.
- En Sudáfrica, la sequía ha impactado notablemente en la producción de 2018 (9,5 Mill. hL).
- En América del Sur, los niveles de producción son muy elevados. En Argentina (14,5 Mill. hL), la producción vinificada aumenta en un 23 % con respecto al año anterior; y en Chile (12,9 Mill. hL), crece en un 36 %. Brasil (3,0 Mill. hL) alcanza un nivel elevado, si bien su producción disminuye con respecto a la muy elevada producción de 2017.
- La producción de vino australiano (12,5 Mill. hL) disminuye con respecto al año anterior y la producción de Nueva Zelanda (3,0 Mill. hL) permanece a un nivel muy alto.


Este concurso, realizado bajo el patrocinio de la OIV, está organizado por la Comisión Nacional del Pisco presidida por el viceministro de Mype e Industria del Ministerio de Producción peruano, el Sr. Javier Enrique Dávila Quevedo, que reúne a representantes de los poderes públicos y del sector privado (productores y empresas de Pisco).

Un centenar de productores presentaron más de 300 muestras de Pisco en esta competición que apunta a promover este aguardiente típico y la imagen de calidad de la denominación de origen que posee.
Perú cuenta con 520 productores de Pisco, con una producción anual de entre seis y ocho millones de litros.
Ocho variedades de uva (Quebranta, Negra Criolla, Mollar, Uvina, Italia, Torontel, Moscatel y Albilla) y las mezclas (acholados) determinan una gran diversidad de Piscos, y una fuerte caracterización de las producciones.
Cinco regiones (Ica, Lima, Arequipa, Moquegua y Tacna) producen Pisco en Perú, que hasta la actualidad se consume principalmente dentro del país, pero con un desarrollo creciente de las exportaciones durante los últimos años.
Reuniones con representantes
Durante su viaje, Jean-Marie Aurand mantuvo un encuentro con el viceministro de Mype e Industria, el Sr. Javier Enrique Dávila Quevedo, y luego con el ministro de Producción, Raúl Pérez Reyes. Estos funcionarios confirmaron el compromiso de su país con la OIV y expresaron su satisfacción por la calidad de las relaciones entabladas entre ambas partes.

Además de estos encuentros, también hubo varios otros con representantes de los poderes públicos: Ministerio de Relaciones Exteriores, Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) y Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERÚ). También, se reunió con organismos del sector privado, como la Sociedad Nacional de Industria (Comité Vitivinícola). Todos estos intercambios permitieron al director general de la OIV explicar mejor el papel y las misiones de la Organización y responder a las diferentes preguntas sobre las grandes tendencias del mercado de vinos y bebidas espirituosas.



Realizada bajo el alto patrocinio de la OIV, esta jornada organizada por la Sociedad de Expertos Químicos de Francia (SECF) y la Asociación de Laboratorios de Enología de Portugal (ALABE) trató sobre las evoluciones en materia de técnicas de análisis, normas y métodos que permiten y garantizan la identificación y la autenticación de los vinos y las bebidas espirituosas.

Las técnicas y herramientas que contribuyen a asegurar la trazabilidad de los productos vinícolas tienen como objetivo preservar mejor la autenticidad y la calidad de los vinos, principalmente frente a las falsificaciones y el fraude.
La trazabilidad se considera en un sentido muy amplio y concierne tanto a la viticultura como al proceso de vinificación, al producto mismo, su embalaje y su distribución. Este año, se hizo hincapié particularmente en el análisis isotópico del vino, la trazabilidad del corcho y el vidrio de las botellas.
Wine Track® 2018 constituyó una oportunidad única de intercambios entre científicos y proveedores de material y equipos sobre la situación y los medios actualmente disponibles para garantizar la autenticidad y la trazabilidad de los productos del sector y anticipar nuevas soluciones.
La importancia de garantizar la autenticidad y la trazabilidad de los productos vitivinícolas
El coordinador científico de la OIV, Jean-Claude Ruf, destacó la importancia de garantizar la autenticidad y la trazabilidad de los productos vitivinícolas en un mercado cada vez más globalizado.

Además, detalló las acciones que la OIV ya ha emprendido en este ámbito, fundamentalmente a través de la creación de normas internacionales relativas a:
- la definición de los productos,
- las prácticas enológicas y, en particular, la consideración de la seguridad del consumidor y del mantenimiento del carácter auténtico de los vinos y de sus cualidades organolépticas,
- las reglas de etiquetado,
- la creación de normas de trazabilidad,
- la creación de normas analíticas para controlar esta trazabilidad y este origen.
Al finalizar esta conferencia, se decidió que la próxima edición de Wine Track® se desarrollará en la región de Champagne (Francia) en 2019.

Tal como lo ha señalado el ministro uzbeko de Asuntos Exteriores, Abdulaziz Kamilov, Uzbekistán desea a través de esta adhesión contribuir a los esfuerzos emprendidos por su gobierno para desarrollar un sector vitivinícola en plena mutación y que ha sido objeto de un plan de desarrollo promovido por el Presidente de la República.
Durante un encuentro con el embajador de Uzbekistán en Francia, el director general de la OIV expresó su satisfacción por la entrada a la Organización de este país, que es el más importante productor de uvas de Asia central y uno de los líderes en la exportación de uvas frescas.
Jean-Marie Aurand también recordó que la recepción oficial de este nuevo miembro se realizará durante la Asamblea General de la OIV en Punta del Este, el 23 de noviembre próximo.
La producción de uvas frescas en Uzbekistán
La producción de uvas frescas se concentra principalmente en el sur del país, Samarcanda, en las regiones del Surkahandarya y en el valle de Ferganá, gracias al extenso periodo cálido, que se extiende desde la primavera hasta el otoño y que favorece la producción de unas cuarenta variedades diferentes. Las principales variedades utilizadas son la soyaki y la bayan-shirin (espumosos y brandis), la saperavi y la rkatsiteli (vinos tranquilos) y la may black, la rosy muscat y la hindogni (vinos de postre). Para el consumo de uvas frescas, las más populares son la khusayni, la rizamat, la kishmish y la damskiy palchik.
En el marco del plan gubernamental de desarrollo, el viñedo ha crecido hasta alcanzar las 133 000 hectáreas (2013) donde se obtiene una producción de uvas de aproximadamente 1 322 000 toneladas (2013), y continúa su crecimiento con nuevas plantaciones.
El 73 % de la producción se consume en el mercado local en forma de uvas frescas, mientras que el 4 % se exporta. El 23 % restante se utiliza para la producción de zumos de uva, vinos y brandis. La empresa más grande del país es la compañía Uzvinsanoat, que reúne a más de 120 empresas de transformación de la uva, entre ellas, 83 bodegas que utilizan aproximadamente 215 000 toneladas de uvas.
Uzbekistán produce aproximadamente 60 000 toneladas de pasas por año, de las cuales, la mitad se exporta.


Organizado por la Unión de Enólogos de Georgia, con el apoyo de la Agencia Nacional del Vino de Georgia y la colaboración técnica de Poliproject Exhibitions (de Moldavia), este concurso realizado bajo el patrocinio de la OIV reunió 200 muestras de vino y bebidas espirituosas procedentes de doce países.
El ministro de Agricultura de Georgia, el Sr. Levan Davitashvili presentó, durante la inauguración, los esfuerzos de su país para desarrollar y modernizar el sector vitivinícola. Así, este concurso es una oportuna demostración de sus ambiciones en la materia. Efectivamente, estas quedan plasmadas en el eslogan "Georgia, país del vino".
El director general de la OIV, durante una entrevista con el ministro, recordó la contribución de la Organización a los esfuerzos de las autoridades georgianas, principalmente a través de la acogida, todos los años en su sede de París, de una presentación de vinos de dicho país, y también la acción iniciada en 2017 destinada a caracterizar los vinos blancos elaborados según el método tradicional en qvevri.
Además, Jean-Marie Aurand demostró su satisfacción por la presencia activa de los expertos de Georgia en los trabajos científicos de la Organización. Incluso, algunos de ellos han aceptado tomar responsabilidades en los grupos de expertos.

Una larga historia plurimilenaria
El sector vitivinícola cuenta con unas 600 empresas que producen más de 900 000 hL de vino, de las cuales aproximadamente un 50 % se exporta.
La producción de vino de Georgia se cimienta en una larga historia que ya cuenta con varios milenios a sus espaldas. Los primeros indicios del cultivo de la vid se remontan a 8000 años desde el presente y en Georgia una parte del vino se elabora aún según el método de vinificación tradicional (elaboración en qvevri, reconocido como Patrimonio de la UNESCO). Más de 500 variedades autóctonas, de las cuales una treintena se cultivan actualmente, dan como resultado vinos de marcada tipicidad. Las más conocidas son la saperavi para los vinos tintos, la rkatsiteli y la mtsvane para los blancos. Además, en el siglo XIX, los vinos georgianos eran "los vinos de la Corte de los zares".
Tras un periodo de estrategia puramente cuantitativa en la época soviética, la viticultura georgiana entró en un proceso de profunda reorientación cualitativa: nuevo marco legislativo que dio a la producción vitivinícola el carácter de prioridad nacional, valorización de los métodos ancestrales, modernización de los equipos, mejora cualitativa de los vinos, creación de denominaciones de origen, desarrollo del enoturismo y una estrategia de promoción internacional (apertura de nuevos mercados y presencia en los salones internacionales).
Esta profunda mutación ha sido acompañada por el gobierno de Georgia fundamentalmente a través de la Agencia Nacional del Vino.
