¡El vino no puede ser tomado como rehén!

14 Oct 2020

La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha publicado recientemente, el 13 de octubre de 2020, la decisión arbitral en el marco de la diferencia relativa a las subvenciones a Boeing, que permite a la Unión Europea solicitar al Órgano de Solución de Diferencias la autorización para tomar contramedidas respecto a Estados Unidos por un importe que no supere, en total, , los 3 993 212 564 de dólares estadounidenses.

La decisión del 13 de octubre se hace eco de la autorización otorgada por la OMC, hace un año, de aplicar aranceles a los productos europeos por 7500 millones de dólares.

Se trata de un conflicto que ya lleva 16 años, vinculado a las subvenciones nacionales que reciben los dos gigantes de la aeronáutica: Airbus y Boeing. Los perjuicios estimados que sufrieron de ambos lados a lo largo de todo este conflicto no pueden ser compensados –estiman las partes– únicamente mediante medidas que conciernen a la fabricación y el comercio de aeronaves. Por dicho motivo, se autorizó la introducción de sanciones a otros productos. De esta forma, el vino se encuentra en un papel de moneda de intercambio en un conflicto que, a priori, tiene poco que ver con él.

Las sanciones adoptadas por Estados Unidos el año pasado en el marco de la misma diferencia ya han afectado notablemente al sector vinícola europeo. La decisión del 13 de octubre abre numerosas vías de negociación a las dos partes. La primera consiste en una escalada de nuevas medidas de represalia. En efecto, Estados Unidos está lejos de haber alcanzado los 7500 millones de dólares autorizados el año pasado y la Unión Europea tiene ahora la posibilidad de comenzar a desplegar un plan de sanciones por un valor de 4000 millones de dólares. La segunda vía es la del diálogo y la salida de productos que no están directamente relacionados con el conflicto de la negociación.

Si bien esta guerra entre los dos gigantes demuestra la importancia que tiene el vino para las economías de los países, la OIV exhorta a que se aproveche esta ocasión y que se hagan todos los esfuerzos necesarios para restablecer las condiciones para un libre comercio para el vino.

Además, el director general recordó que “el sector del vino ha sido fuertemente afectado por la crisis de la covid-19 en todo el mundo y que ha sufrido el impacto de los fenómenos relacionados con el cambio climático” e instó a “no escatimar esfuerzos a todos los niveles con el fin de limitar los factores de estrés y trabajar para facilitar la recuperación”.