En el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) tiene como objetivo atraer la atención hacia las acciones de sus 48 Estados miembros, como también promover el sector vitivinícola como impulsor de buenas prácticas y del sistema alimentario sostenible.
La ciencia desempeña un papel fundamental en la inocuidad alimentaria. Como referencia científica y técnica para el mundo de la vid y el vino, la OIV se encuentra trabajando con otras organizaciones intergubernamentales sobre el tema de este año: “Alimentos inocuos ahora para un mañana saludable”.
Los consumidores en el centro de la atención de la OIV
La inocuidad de los alimentos requiere que todos los actores del sector se comprometan, dentro de sus incumbencias, con mantener altos niveles de calidad de los alimentos y con el objetivo de brindar respuestas a las expectativas y preocupaciones de los consumidores.
En este marco, la OIV desarrolla normas de producción, técnicas y métodos de análisis para garantizar la identidad y autenticidad de los productos vitivinícolas.
Una de las misiones principales de la OIV es contribuir a la protección de la salud del consumidor y la inocuidad de los productos. El Grupo de expertos “Seguridad Alimentaria” de la Comisión “Seguridad y Salud”, es el responsable de esta tarea. Este Grupo desarrolla evaluaciones de la inocuidad y recomendaciones sobre los tratamientos, los procesos y las prácticas relacionados con el vino, como también sobre la identificación de los riesgos para trabajadores y consumidores. Actualmente, el Grupo está presentando numerosos informes científicos sobre la evaluación de la inocuidad de los diferentes elementos presentes en el vino, como aluminio, cadmio y zinc. Se han publicado tres documentos de experiencia de la OIV sobre la evaluación del plomo, los sulfitos y el arsénico respectivamente.
Consulte los documentos aquí [EN]
Lead in Wine: a review [El plomo en el vino: una reseña]
SO2 and wine: a review [El SO2 y el vino: una reseña]
Arsenic and wine: a review [El arsénico y el vino: una reseña]
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La necesidad de una cooperación internacional
Para garantizar la inocuidad alimentaria, se requiere de la cooperación internacional. La OIV colabora estrechamente con otros organismos intergubernamentales, como el Codex Alimentarius, la FAO y la OMS. Cada uno de ellos aporta su propia especialización para lograr una visión global de la inocuidad alimentaria.
Un ejemplo reciente es la aprobación de los mismos límites de plomo para los vinos y los vinos fortificados/de licor entre la OIV y el Codex Alimentarius para garantizar la coherencia en las normas y en el comercio internacional. Es una fortuna que el Codex pueda confiar en la OIV como organismo intergubernamental de carácter técnico y científico de referencia en el sector vitivinícola.
La reciprocidad de la información sobre inocuidad alimentaria y colaboración interdisciplinaria son dos pilares para alcanzar un sistema agroalimentario más resiliente y sostenible. Más información sobre la cooperación entre la FAO y la OIV, aquí.
Un compromiso con la sostenibilidad
El papel de la OIV en la producción de alimentos saludables y sostenibles es doble: por un lado, se basa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas; y por el otro, en el principio de la sostenibilidad.
El Plan Estratégico 2020-2024 y sus objetivos estratégicos atienden a los distintos desafíos a los que se enfrenta el sector vitivinícola internacional y a la voluntad de incorporar los ODS, incluidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, a los trabajos de la Organización. La OIV está comprometida con 13 de los 17 ODS y ayuda a sus miembros a aplicarlos en los ámbitos relacionados con su mandato de velar por la estabilidad financiera y el crecimiento económico sostenible e inclusivo.
La inocuidad alimentaria es fundamental para mejorar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y erradicar el hambre y la desnutrición, en línea con los ODS.
Asimismo, la OIV emprendió un largo trabajo de consenso para conseguir una definición de sostenibilidad (2004) y una Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible (2020). La OIV cree que toda organización colectiva del sector vitivinícola debería facilitar la difusión de una cultura de gestión integral y estimular el desarrollo de redes locales comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Todas estas herramientas con fundamento científico están concebidas para desarrollar soluciones innovadoras, integrales y factibles para la cadena alimentaria.
Para más información, contactar con Barbara Iasiello, jefa de la Unidad “Seguridad y Salud” de la OIV, en el correo sanco@oiv.int