
Bolivia, país que ha sido miembro de la OIV entre 1993 y 2004, es uno de los Estados signatarios del Acuerdo del 3 de abril de 2001. Sin embargo, todavía no lo ha ratificado, principalmente debido a las reformas constitucionales internas que ha experimentado en los últimos años.
El director general de la OIV destacó las particularidades del viñedo boliviano, que produce los "vinos de altura" o el aguardiente Singani, que son elementos importantes del patrimonio vitivinícola de América del Sur y que deben guiar al sector vitivinícola de este país a volver a ser parte de la comunidad mundial del vino congregada en la OIV.
S.E. el Sr. Guevara Ávila señaló que el proceso de adhesión se encuentra en curso y que confía en que se concretará antes de fines de 2015.


Gracias a su gestión, la Federación se impuso como representante de la industria vitivinícola, principalmente como observador activo en el seno de la OIV y del Codex Alimentarius. La OIV honra la memoria de un hombre apasionado, que consagró su vida al desarrollo de la actividad vitivinícola mundial, y acompaña en el dolor a sus seres queridos.

James Finkle
James P. Finkle fue presidente del Consejo de Administración de FIVS-Abridge, una base de datos interactiva que agrupa todas las legislaciones y los acuerdos internacionales relacionados con el comercio del vino. También fue vicepresidente de Asuntos Exteriores de la empresa estadounidense Constellation Brands y fue miembro del Comité Ejecutivo del Distilled Spirits Council of the United States además del Consejo Directivo del Wine Institute, de Wine America y del Associated New York State Food Processor. Además, formó parte del Comité de Consejo Técnico para el Comercio dentro del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos. El Sr. Finkle tenía una licenciatura (1971) y un máster (1981) en Economía Vitivinícola y Agrícola de la Universidad de Cornell (EE. UU.).

Los trabajos, que reunieron a expertos internacionales en marketing y comunicación en torno a los productores y las bodegas de Oporto, fueron luego seguidos de talleres de cata.
El 11 de septiembre, la reflexión se prolongó a través de un simposio sobre el papel del oporto y de los vinos del Douro en la economía local.
En esta ocasión, el director general de la OIV, Jean-Marie Aurand, intervino con una disertación sobre el lugar que ocupan la ciencia y la innovación en el sector vitícola y el papel de la OIV en dicho contexto.
Con aproximadamente 24 000 productores, la región de Oporto elabora uno de los vinos de licor más prestigiosos en todo el mundo, que ha dado forma a paisajes en terraza sumamente característicos, reconocidos en 2001 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, por su carácter de paisaje cultural evolutivo vivo.
La región del Douro comprende 250 000 ha de suelos esquistosos, de las que 44 000 están plantadas de viñas que producen las denominaciones de origen Oporto y Douro.
El Douro es la región vitícola delimitada y reglamentada más antigua de todo el mundo (1756). El vino de Oporto se puede degustar en unos 120 países de los cinco continentes del mundo y representa una parte significativa de la economía vitivinícola portuguesa.



Organizada por la sociedad vitícola Jul Plantaze y la Asociación Nacional de Viticultores, esta presentación reunió a 11 empresas vitivinícolas.
Montenegro produce vinos de gran calidad, a partir de variedades autóctonas, como la Vranac (tinta) o la Krstac (blanca).
Cuenta dentro de sus fronteras con la bodega más grande de toda Europa, la empresa Plantaze, con más de 2300 ha de viñas y 17 millones de botellas producidas cada año, muchas de las cuales se exportan a todo el mundo.
Miembro de la OIV desde 2007, un año después de su independencia, Montenegro lleva adelante una política voluntarista de modernización y promoción del sector vitivinícola, apoyándose fundamentalmente en el desarrollo del enoturismo y la valorización de su patrimonio vitícola y de los terroirs que lo atesoran.


Esta intervención, que tuvo lugar en un panel dedicado a la armonización, el reconocimiento mutuo y el impacto de las diferentes legislaciones internacionales sobre el mercado del vino, permitió mostrar la evolución que ha tenido el contexto jurídico vitivinícola en las últimas tres décadas.
Esta reunión internacional convocó en Santorini (Grecia) a un centenar de juristas de veinte países, en ocasión de los treinta años de la AIDV, para debatir los temas jurídicos vinculados a la introducción de las nuevas tecnologías, la protección de las indicaciones geográficas y de las variedades de vid, los conflictos comerciales internacionales, la falsificación e Internet, los permisos de plantación o la fiscalidad en el ámbito sucesorio.
Además, el presidente de la AIDV, Rein-Jan Prins, presentó los resultados de una encuesta internacional entre sus miembros que pone de manifiesto la vitalidad de la Asociación y la importancia de esta red, que agrupa a trescientos juristas en una treintena de países. Jean-Marie Aurand recordó este papel singular de la Asociación y expresó su satisfacción por la actividad de este Observador en el seno de la OIV, destacando que el sector vitivinícola es el único que cuenta con una red mundial de juristas especializados.
